Curling, el deporte que se abre camino en Argentina: cómo se juega, sus limitaciones y el deseo de crear una Selección :: Olé

La pista de hielo de Fantasy Skate, en Villa Devoto, recibe a diario a cientos de chicos y adultos para que practiquen patinaje, hockey sobre hielo e incluso para tomar un café o festejar un cumpleaños. Y desde septiembre se sumó una actividad más: el curling, deporte insignia de los Juegos Olímpicos de Invierno en el que se tira una piedra y se barre el hielo para llevarla al objetivo (la casa).

A puro pulmón, un grupo de alrededor de 20 personas empezó a darle forma a un proyecto ambicioso pero posible: formar la Federación Argentina de Curling y así sentar las bases del deporte en nuestro país. Olé fue a un entrenamiento del equipo, hasta dándose el gusto de participar y conocer su complejidad, y charló con uno de sus primeros integrantes, Facundo Osa, quien contó cómo es el detrás de escena de esta locura.

¿Cómo fue que llegó a la Argentina? Por medio de Ramiro Berardo, profesor universitario cordobés radicado en Ohio, quien lo descubrió de casualidad en el Columbus Curling Club, hace cinco años, y desde entonces no dejó de jugarlo. Cautivado por la actividad, se propuso traerla al país, sacrificando una semana de sus vacaciones para cruzar el continente americano, y ofrecer la primera clínica en suelo nacional.

Pero claro, para jugarlo hay que tener los elementos, y lo cierto es que son rarezas en Argentina. Por medio de una colecta en Facebook y con la ayuda de su club, Berardo consiguió una piedra junior de 15kg, con la que se perfeccionan los más chicos en EE.UU. (pesa 5kg menos que las profesionales), además de zapatillas especiales, escobas y un hack móvil (un taco de salida para impulsar a los jugadores). Esta donación permitió las primeras prácticas y que a día de hoy se sostengan los entrenamientos.

Al margen del ocio y el aprendizaje, el curling argentino busca consolidarse como una organización: el grupo ya presentó un estatuto ante la Inspección General de Justicia para constituirse formalmente como federación, y se contactó con World Curling (el organismo internacional) y con el Comité Olímpico Argentino para obtener el reconocimiento oficial. Por cómo le vienen metiendo, hay optimismo en que le den el visto bueno…

Al principio solo había entrenamientos un día a la semana, pero ante el creciente interés de los argentinos se hicieron dos: todos los lunes y jueves, de 20 a 21. “Primero que nada, la idea es lograr que la gente se acerque. Hoy somos una base de 20 personas, con gente en lista de espera, y cuando arrancamos no pasábamos las 10″, contó Osa.

¿Y por qué no aceptar más gente? También hay una explicación: ” El problema es que tenemos una sola piedra y las actividades serían muy lentas con más personas”. Además de ese inconveniente, hay otro considerable y es que la pista en la que juegan no es una que se adapte perfectamente al deporte. ” El hielo de curling es distinto al de patinaje o al de hockey sobre hielo, requiere una temperatura más baja. Además, lleva todo un proceso de regado (llamado pebble) para acelerar el desplazamiento de la piedra, algo que nosotros tenemos que hacer manualmente”, explicó Facu, quien además de practicar el deporte se encarga de su difusión.

A pesar de todas las trabas que se van presentando en el camino, el proyecto está más vivo que nunca y crece el optimismo hacia el futuro: “A fines de noviembre van a llegar dos juegos de piezas (32 en total). Con esto, vamos a poder ampliar la convocatoria, tal vez tener un día más de entrenamiento y empezar a formar equipos dentro del grupo, para que después otros clubes se animen a competir”.

Con respecto a la posible participación en Juegos Olímpicos de Invierno, uno de los máximos sueños, Facundo se sinceró: ” Todavía es muy ambicioso. Lo positivo es que con tener un equipo de cuatro personas, por más que entrenen en el exterior, podés competir y buscar los puntos para clasificar a Mundiales o Juegos Olímpicos“.

En esa línea, Osa concluyó: “Hasta ahora, tenemos tres personas que cumplen con los criterios de elegibilidad de World Curling y podrían jugar para un seleccionado nacional. La idea es que de este mismo grupo salga otra, y armar un grupo de cuatro que en el futuro se mida en campeonatos provinciales de Estados Unidos y, de a poquito, escalar hasta, quién sabe, llegar a las divisiones bajas del Mundial“.

De a pasos cortos, se está gestando el futuro del curling en Argentina. Todavía parece lejano, por factores como la falta de canchas y el desconocimiento que se tiene sobre el deporte, pero este pequeño grupo logró un avance enorme. La voluntad sobra, tanto como las ganas de barrer el hielo…